David Hernández lanza su primer sencillo del año y lo acompaña con este videoclip, en el que participa como invitada Waleska Morales.
El trabajo fue grabado en Dallas, Texas, bajo la dirección de AIV FILMS. La idea fundamental fue interpretar el tema de manera que «transmitiera intimidad, ese sentimiento de acústico y de cercanía», en palabras del cantante. El deseo fue que el videoclip no opacara el mensaje y que la producción no fuera en contra de lo que este declara: regresar a lo simple y profundo, al primer amor.